Con el tiempo la demografía de Canejan ha sufrido cambios importantes. Hace algunos siglos esta población llegó a tener el triple de habitantes, y no hace mucho se sufría porqué era un pueblo del que se podía decir que se estaba haciendo mayor. Hoy, gracias a algunas parejas jóvenes y personas que utilizan sus casa como segunda residencia es un pueblo que se mantiene.
Actualmente dispone de 2 restaurantes, hace varias décadas disponía de negocios familiares como panadería, ultramarinos, pequeñas tiendas donde los vecinos podían abastecerse.
La escuela, como suele pasar en estas pequeñas poblaciones, también ha pasado a ser un lugar que ha terminado por cerrarse, por no haber suficientes niños. Una de las dos escuelas, frente al pequeño parque infantil, fue convertida hace escasos años en sala de actos y es el local que alberga actualmente los diversos actos sociales que se realizan, como son el baile en las fiestas mayores y exposiciones eventuales. Esto ha supuesto una mejora de cara al turismo y actos en un lugar cerrado cómodo y agradable a los que asisten tanto los vecinos como gente de fuera.
Entre sus casas, figuran notables residencias: la Casa Saurat, con una torre cuadrada de defensa, del siglo XIV y la casa Benosa, con una capilla románica con el campanario de espadaña. Su iglesia parroquial, Sant Joan d’Agost, de arquitectura moderna, construida en el 1818, con una sola nave y un campanario de torre cuadrada.
►SANT JOAN DE TORAN
Sant Joan de Toran es un agregado de Canejan, situado al fondo de la Val de Toran, hacia levante y a la derecha del rio. Es un pueblo pintoresco, con muchas de sus antiguas casas restauradas como segundas residencias veraniegas. Encontramos además una capilla dedicada a San Juan Bautista.
Se encuentra a 1020 metros de altura sobre el nivel del mar.
Está documentado antes de 1266, se cree que fue propiedad de los frailes hospitalarios de San Juan de Jerusalen, donde tenían un horpital de peregrinos. Era utilizado cuando el Camin Reiau era peligroso por las guerras o el bandolerismo, por los peregrinos que iban a Santiago, los viajantes y los trabajadores que seguían la ruta hacia los rasos del Liat bajando por el Valle de L’Unhòla hasta Bagèrgue, siguiendo hacia el Pla de Beret o el Port de la Bonaigua
Es bastante más pequeño que Canejan, pero no por ello menos acogedor. Sus casas y caminos de piedra tienen un aire rústico y acogedor que hace casi obligada su visita cuando se llega al Valle del Toran.
San Joan era un pueblo en ruinas hasta que en los años 70 personas de fuera lo restauraron y empezaron a utilizarlo como 2ª residencia.
Se puede visitar la iglesia dedicada a San Juan Bautista. La peculiaridad de esta iglesia reside en que hace unas décadas la gente que iba a rezar asiduamente quizás en agradecimiento por ver cumplidas sus peticiones empezaron a dejar objetos personales de valor como rosarios, gafas, pañuelos, incluso cortaban sus melenas y las colgaban. Estos objetos se conservan colgados de la pared anterior al altar.
Es de planta casi cuadrada con un pequeño absis semicircular, desplazado en relación con el eje del edificio. Tuvo vicario hasta principios del siglo XX.
Antiguamente el local que alberga el bar era una escuela.
En San Juan podemos disfrutar de las vistas de las montañas de Peirahita, Laujó, Tuc de Betlán... Y parte de la Val del Toran.
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